Cuando se fijó observó a Babaji lavando los pies y los utensilios del anacoreta. La sonrisa de Babaji le hizo entender la lección de humildad y que no debía criticar a nadie sino ver siempre al Señor residiendo por igual en el templo del cuerpo de todos los hombres , https://bagh844309.designi1.com/56404294/a-review-of-bagh-88-casino